Hay que distinguir entre «disolventes» y «diluyentes».
Los primeros, como el Disolvente Limpieza Bastidores 51, o el Disolvente Limpieza Bastidores 52, sirven exclusivamente para limpiar el bastidor y eliminar la tinta después de la impresión.
Su composición hace que el disolvente destruya las moléculas de tinta y permita eliminarla. Por ello, los disolventes jamás de deben utilizar para diluir la tinta, es decir, para «alargarla»: esto la estropearía.
En cambio, los «diluyentes» como el «Diluyente Normal 15» o el «Diluyente Lento 23», no sirven para limpiar el bastidor y eliminar la tinta, sino para diluir la tinta, solo en caso de necesidad, para dejarla más fluida.
Los dos productos son apropiados para abrir las mallas del bastidor cuando la tinta las tapa; pero se debe prestar atención para que el Disolvente usado con esta función no contamine la tinta.
En estos casos conviene usar el producto específico Abre-mallas en Aerosol, que tiene la ventaja de evaporar con mucha rapidez. Se pulveriza sobre el lado inferior del bastidor y luego se hacen 3-4 impresiones en vacío, sobre papel, para llevar el bastidor nuevamente a régimen.